viernes, 8 de agosto de 2008

Partes...

Lo propio nuestro es la inmadurez eterna.
Lo que hoy podemos pensar, sentir y decir, forzosamente se convertirá en una tontería para nuestros biznietos. Mejor sería, pues, que ya hoy tratásemos todo esto como una tontería, adelantándonos al tiempo…
Pronto empezaremos a temer a nuestras personas y personalidades. Y, en vez de vociferar y rugir: yo creo eso, yo siento eso, yo defiendo eso, diremos con más humildad: a través de mí, se cree, se siente, se hace, se piensa, se obra…
Y, por encima de todo, lo humano se encontrará un día con lo humano. ¿Qué es lo que os gusta más: pimientos o pepinos en estado fresco? Os pregunto esto con toda seriedad y con el máximo respeto para todas vuestras partes, sin excepción alguna, pues sé que constituís parte de la humanidad de la cual yo también soy parte, y que parcialmente participáis en una parte de una parte de algo que a su vez es una parte y de la cual yo también soy una parte, por lo menos en parte, con todas las demás partes de partes de partes de partes de partes de partes de partes. Socorro. Malditas partes. ¿Están contra mí?

Fragmento de Ferdidurke, de Witold Gombrowicz

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